China majestuosa y ancestral

Cordilleras vibrantes se despliegan entre altas y gigantescas montañas, como Himalaya, Karakórum, Pamir y Tian Shan, que asoman imperiales sobre costas y nevadas.

El Tíbet se destaca en su meseta junto a los picos que dividen el centro y sur de Asia, que miran relucientes los 14.500 km de aguamarina, que circundan el costado lateral de China.

Desde su cima, se vislumbra el corazón del país, donde confluyen 22 provincias, 5 regiones autónomas y 4 municipios de jurisdicción central como Pekín, Tianjin, Shanghái y Chongqing, junto a 2 regiones administrativas especiales Hong Kong y Macao.

Su núcleo late

En sus estepas, bosques subtropicales y desiertos como ‘Gobi y Taklamakán’, se albergan alrededor de 1.395 millones de habitantes.

Allí, se desplazan entre el árido norte y húmedo sur, en una amplia superficie mayor a 9 millones de km².

Alrededor, de sus laderas, pliegues, avenidas y calles se extienden los ríos Yangtsé y Amarillo, catalogados como tercero y sexto más largos del planeta.

Mientras, más de 34 mil especies entre osos panda, monos de pelo dorado, tigres del sur, faisanes morones, grullas de cresta roja, Ibis nipones, delfines y caimanes adornan el esplendor natural en el tercer país más biodiverso del mundo.

Junto a variadas plantas como abetos, catayas, pinos, cipreses, alerces dorados,  davidias, guataperchas y campotecias, se recubren los bosques sutiles, airados y meditabundos.

A su paso, inquietantes y grandes edificaciones, asombran e irradian desde su entorno una arquitectura futurista, colonial y simbólica, en una mezcla contemporánea y ancestral.

Donde la tecnología vestida de colores fluorescentes, rebosa y se combina con los destellos de una de las civilizaciones más antiguas del mundo.

Historia

En este inquietante país, el tiempo entremezcla los milenios pasados desde las dinastías más remotas como Xia, Shang, Zhou y Qin, que trascienden del año 2.000 al 221 A.C.

Hasta  posteriores como Han, Jin, Sui, Liao, Song, Jin, Yuan, Ming y Qing que culminaron en 1911, para dar paso en 1949 a la constitución de la actual República Popular de China.

Se dice que su nombre deriva del persa Cin, adaptación del sánscrito Cīna, término proveniente de la dinastía Qin o también llamada Chin.

China es un lugar rodeado de mitología, historia y ciencia,  donde el papel, la pólvora, la imprenta, el compás y la tinta, plasmaron parte de los grandes inventos de la humanidad.

Además, su suntuosidad, lujo, playas y metrópoli, en medio de hermosos valles y campos, recorre emblemáticos sitios, cargados de arte y leyendas de míticos dragones y guerreros samurais.

Lugares fantásticos

Predilecta y multidimensional, se presenta la ‘Gran Muralla China’, junto al ‘Mausoleo de Qin Shi Huang’, las ‘Montañas de Guilin’, el ‘Palacio de Potala’ y el ‘Valle de Jiuzhaigou’.

Junto a la calle ‘Nanjing’ rodeada de amplias zonas comerciales, el tren de levitación magnética en Shanghái, el ‘Puente de Donghai’, el ‘Templo del Cielo’ y la ‘Ciudad Prohibida de Pekín’.

Al lado de imponentes y hermosos paisajes de ‘Yunnan’ y ‘Lijiang’ rodeados por terrazas de arroz, frondosos y coloridos árboles, enmarcados en un cuadro de arquitecturas tradicionales.

Gourmet

Arroz, especias y carne de cerdo hacen parte del menú tradicional chino, acompañados de variedad de verduras, frutas, pastas y condimentos.

Además, de mariscos y pescados típicos, dado su amplio despliegue de zonas costeras.

China, majestuosa y ancestral, abre las puertas a un espacio  esplendoroso que reúne el pasado y presente en un inquietante y único lugar.

Crónica por:

Jackeline González L.

Copyright ©